David G. Quintas

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El mercado laboral, versión frikimundo.

Continuación de “¿y ahora qué?”. Después de haberlo hecho todo bien, superado todos los complejos, ser más famoso/a que la coca-cola, ¿cómo va esto del mercado laboral?

De nuevo, estoy contando mi película. Otras películas son diferentes. Esta es la mía, la cuento según la vi. Caveat emptor.

Contexto

Zona de la Bahía de San Francisco, también conocida como Silicon Valley. Las cosas que se oyen, sean las que sean, seguramente se queden cortas. En todo caso, lo siguiente gira entorno a esta muy peculiar zona en términos laborales. Se puede aplicar en gran medida a compañías fundadas en esta zona (Google, Facebook, Uber, porrillo de startups…) o que resuenan con su filosofía aunque no provengan exactamente de aquí (Microsoft, Amazon).

Mi experiencia personal es en EE.UU. En Google como compañía grande y en un laboratorio federal parte Departamento de Energía (dependiente del gobierno).

Visado

Trabajar en el extranjero en muchos casos involucra obtener un visado. Terreno escabroso. Llegado el momento es —y debe de ser— gestionado por la compañía que te ha extendido la oferta de trabajo.

Es importante aclarar al principio de la conversación con la compañía si ésta se encargará de la gestión del visado. Las compañías pequeñas (startups) no suelen tener esta capacidad. Para las grandes es un trámite más que ni quita ni pone. En algunos casos el problema puede venir de cuotas en el número de visados disponibles. Esto es algo limitado por el gobierno y no depende de las compañías.

En todo tema legal y complejo como este es fundamental no fiarse de absolutamente nada que no sea una fuente oficial, de la compañía o, sobre todo, del gobierno del país anfitrión.

Establecer contacto

De la importancia de una buena red de contactos ya he escrito. Una referencia interna de alguien que ya forme parte de la compañía es la mejor manera de avanzar rápidamente en el proceso. En algunos casos es la única manera de no acabar pedido/a en la vorágine de solicitudes que reciben las compañías grandes. La mayoría tienen una sección en sus webs para enviar solicitudes de empleo, pero la probabilidad de que se pierda entre todas las demás o que el sistema la descarte es alta. Intentarlo no está de más, pero mejor no albergar muchas esperanzas.

La alternativa creativa si no se tienen contactos dentro de la compañía es… crearlos. Partimos de que queremos trabajar allí porque son los expertos en el campo que nos gusta y en el que hemos estado trabajando. Consigue la dirección de email, LinkedIn o similar de uno de sus miembros y envíale un mensaje. Para que esto llegue a algo, el establecimiento del contacto debe de ser genuino: realmente se quiere establecer una conexión profesional con la persona, y para ello el mensaje debe de proponer algo que también beneficie a la otra parte. Las buenas compañías y sus equipos siempre están buscando a gente con interés y motivación. Quizás enséñale los artículos en los que has estado trabajando y pídele amablemente su opinión. O bien sugiere organizar una serie de conferencias en tu ciudad/universidad y pregunta acerca de posibilidades de patrocinio. El beneficio para la compañía en este tipo de eventos es el tener acceso a talento nuevo. Esto son sólo ejemplos a bote pronto. Lo que está garantizado de ir directamente a la basura es un “Hola soy Fulanito/a. No me conoces, ¿me puedes recomendar?”.

Las entrevistas

Un mal necesario, el objetivo es replicar las interacciones del día a día con el fin de evaluar como te desenvolverías. Ese es el objetivo. La realidad es que ser buen entrevistador no es fácil. No existe un rol de “entrevistador”, alguien que se dedica exclusivamente a entrevistas. Son los propios trabajadores de la compañía quienes tienen que compaginar sus tareas habituales con las de entrevistar. A algunos se les dará naturalmente mejor que a otros. Pero, en cierto modo, así es también en el trabajo. Siendo algo sobre lo que no tenemos control, sólo podemos hacer lo que está de nuestra mano y prepararnos bien. De la preparación técnica ya hablaremos otro día. Por hoy, querría atajar los siguientes aspectos no técnicos:

Formato

Una vez se pasa la criba inicial y se entra en el proceso, el primer paso suele ser una conversación/entrevista telefónica de unos 30-45 minutos. Algunas compañías utilizan servicios que permiten “compartir la pantalla” para una sesión de programación en directo. Las preguntas suelen ser más sencillas que en las entrevistas presenciales. Importante para el entrevistado es usar auriculares, no sólo por disponer de ambas manos, también por la a veces terrible calidad del sonido, además de barreras idiomáticas y acentos.

Superado ese paso, el segundo suele ser una serie de entrevistas en persona, entre 3 y 5. Buena manera de echar el día. Cada sesión de unos 45 minutos. Esta vez sin pantallas de por medio, lo que haga falta escribir o dibujar, en encerado.

Algunas compañías combinan o reemplazan el formato de entrevista tradicional por el de una tarea que puedes completar en tu casa cuando y como quieras, a veces con un límite de tiempo (normalmente días).

No es un examen, es una conversación, y la guías tú.

Habla con tu entrevistador de la manera que hablarías con un compañero/a de equipo. Ha venido a preguntarte como implementar un problema. No se busca una mágica respuesta correcta como en un examen. No suele haber una única respuesta, y hay grados de corrección. Funcionaría, sí, pero ¿y el rendimiento? ¿Estamos sacrificando memoria a cambio de velocidad? ¿Qué te da mala espina de este diseño que me acabas de contar, qué podría fallar, cuándo y cómo? ¿Qué podríamos hacer en cada caso, con que coste? Lo dicho, es una conversación, y los problemas reales no encajan nítidamente dentro de una recuadro de solución. No soy un entrevistador, soy tu compañero de trabajo. Por cierto, en las entrevistas también evalúa el entrevistado: una buena forma de detectar una compañía tóxica es el trato que se recibe al ser entrevistado.

La respuesta es menos importante que cómo te desenvuelves

Relacionado con el punto anterior, esta es tu oportunidad de demostrar cómo te marcha la cabeza, el proceso por el que pasas a la hora de resolver un problema. No hace falta hablar todo el santo rato, así no hay quien piense. Si te hacen falta 5 minutos de silencio para pensar, coméntalo en voz alta para que quien te entreviste no se quede pensando si te ha dado un algo. Ahora bien, en cuanto tengas algo que decir, debe de ser comunicado con efectividad. Sea en directo o en diferido, has de demostrar ser capaz de defender tus decisiones de diseño y criticarlas sin que el entrevistador tenga que tirarte de la lengua. Identificar fallas en tu propia solución no es la mala idea que puede ser en un examen (todos juntos otra vez: una entrevista no es un examen). De hecho es una excelente idea y una característica común a los mejores candidatos. Tampoco te dediques a sugerir soluciones malas sólo para poder criticarlas, eso también se nota :)

Que compile a la primera es lo que menos me importa.

O a la segunda. Errores de sintaxis, digan lo que digan los mitos por ahí son irrelevantes. No se te quiere contratar de compilador (espero, aunque este tipo trabajo existió). Esta es otra oportunidad para que evalúes a la compañía. Si este es el tipo de cosa que esperan, empieza a buscar las salidas de emergencia. La contrapartida es que tienes que demostrar que sabes escribir código, aunque sea pseudocódigo. Escribe el mejor código que puedas pero céntrate en el meollo de la cuestión, no en los ;s.

Comunicación. Nadie trabaja en solitario.

Reiterando lo ya dicho: la incapacidad de comunicarse con efectividad es el mayor problema de candidatos que por otra parte son técnicamente brillantes. El desarrollo de software en solitario no existe en prácticamente ninguna compañía. Desde luego en ninguna que esté contratando a más gente (casi por definición). Esto incluye también la capacidad de comunicación escrita, aunque esto es un tema aparte y algo que rara vez se evalúa durante una entrevista. Pero si tienes la oportunidad de demostrar que eres capaz de escribir de manera clara y concisa, te situarás en una categoría por encima de muchos otros candidatos.

Negociación de la oferta

¡Lo has petao! Te han hecho una oferta. ¿Es buena? Quien sabe. ¿Qué ofrecen los demás? Eso marca tu precio en el libre mercado de la mano de obra técnica. De este tema se han escrito ríos de tinta. Os remito a los siguientes:

Los artículos de este tipo —negociación de un salario en tecnología— se empiezan a repetir bastante rápido. Otros recursos más generales en el campo de la negociación:

A currar

¡Ten cuidado con lo que deseas! Ya tienes ese preciado trabajo. Ahora a trabajarlo :)